jueves, 18 de febrero de 2010

Cosas de Familia: Simón Fernández

Supongo que todos tenemos algún fetiche, algún objeto que nos remite inmediatamente a nuestro pasado, a nuestra niñez, a un momento en el que no cuidamos demasiado bien aquello que cae en nuestras manos.
Mi madre me cuenta una y otra vez que mi abuelo, del cual he recibido el nombre, ya criaba canarios en la misma pared que dedico en la actualidad a tal menester; de hecho, todavía permanecen los agujeros originales en los que colgaba sus jaulas de cría en los años 60 (cuestión de nostalgia supongo).
He sabido también dedicaba su tiempo, cuando tenía un buen canario, a los concursos de canto. Esta es toda la información que tenía hasta esta fecha. Lo que no sabía es que hasta que conseguí que mis padres aceptaran mi afición de criador [tenía 8 años cuando conseguí mis primeras crías, el mismo año en el que todos mis compañeros estaban contentos porque hacíamos la comunión yo lo estaba por esta razón] siempre andaba jugando con un pajarillo de cerámica que ahora me he enterado que fue uno de los trofeos que consiguió mi abuelo en los citados concursos.
Lo cierto es que mi madre guardaba esta estatuilla en algún cajón y al contarme la historia no pude sino sentir algo de rabia al ver que no tenía pico ni cola -supongo que fui yo quien se la rompio- así que desde aquí doy las gracias al restaurador de mi trabajo, pues ha conseguido reponer las partes que le faltaba a dicho trofeo y poner en valor lo que para mi es todo un tesoro familiar.
No conozco ni el concurso ni la fecha, pero calculo que sería a final de los 60 o principios de los 70.


No hay comentarios: