Acabo de leer un artículo de investigación sobre el comercio del canario en el siglo XVI y he decidido difundirlo para que todos sepamos cual es el origen de esta ave en la península ibérica.
EL COMERCIO DE PÁJAROS CANARIOS BAJO FELIPE II
Manuel Lobo Cabrera
Universidad de La Laguna
EL COMERCIO DE PÁJAROS CANARIOS BAJO FELIPE II
Manuel Lobo Cabrera
Universidad de La Laguna
El «redescubrimiento» del archipiélago canario en la Edad Media puso en contacto a las islas con Europa, especialmente a través del comercio. Las Canarias fueron explotadas sistemáticamente y sus productos concurrieron a los principales mercados mediterráneos y atlánticos. Productos variados, incluyendo los propios moradores del archipiélago, fueron conocidos en Italia, España, Portugal, Francia. De ellos uno llamó la atención de los europeos, en especial por su canto: el pájaro canario. Su comercio fue activo desde el mismo momento del inicio de la conquista, y a la conclusión de ésta siguió interesando a los mercaderes su trato hasta el siglo XVIII, época en que decae por haberse logrado la reproducción de los pájaros en cautividad'.

Por ambos procedimientos salieron de las islas de Tenerife y Gran Canaria en el periodo de tiempo acotado en torno a unos 5.000 pájaros canarios, de los cuales el 74,5°7o partieron del puerto de las Isletas en Gran Canaria
Esta cantidad no es exacta ni tampoco reflejan todo el comercio mantenido con estos animales, puesto que muchos de ellos salían en pequeñas partidas como objeto de regalo, o a menudo en compañía de pasajeros, mercaderes y maestres de navio. No obstante son indicativas para compararlas con otras dadas para el siglo XVII, en donde se estima que salieron en torno a unos 7.000 pájaros20.
En cuanto a los mercados receptores hay que decir que casi todos los que mantenían relaciones comerciales con las islas durante el reinado de Felipe II, tales como Cádiz, Sevilla, Genova, Lisboa, Amberes, Rúan, se proveían de estos animales, sin embargo el mayor tráfico, a juzgar por los documentos, se mantuvo con la Península Ibérica.
Es innegable que Sevilla, Cádiz, Toledo, Valladolid y la propia corte demandaban continuamente de estos pájaros cantores. En estos lugares los mercaderes y consignatarios los ponían en venta según llegaban a puerto21, y lo mismo hacían los propios pajareros que se desplazaban a la Península con el mismo fin. A este respecto es de señalar el caso de un vecino de Tenerife que fue denunciado por haber vendido en el solar hispano más de 3.000 pájaros sin haber pagado alcabala; él alegaba en su defensa que de semejantes pájaros vendidos en Madrid, Valladolid y Toledo nunca se le había cobrado tal impuesto, y basándose en ello recurre al rey y obtiene cédula real en 1568 que lo da por libre de la alcabala22.
Continuando con este trato, en 1570 y en compañía de otro vecino de Tenerife, se le vuelven a requisar 50 pájaros, cierta ropa y dinero por las autoridades de Calahorra, bajo alegación de ser extranjeros y no naturales de aquellos reinos y de no haber hecho las diligencias a que están obligados los extraños. Vuelven a apelar al rey y quedan libres y restituidos en sus bienes. La presencia de estos canarios en tierras de la Rioja vendiendo pájaros confirma lo extendido que estaba el comercio de estos cantores por todo el reino23.
Los otros mercados a los cuales se remiten pájaros canarios y que tenemos confirmación documental, son Francia e Italia. Al puerto francés de Rúan son enviados unos pocos en una jaula, en 1578, por el mercader Juan de Molina y consignados al comerciante español radicado en aquella plaza Diego Quesada24, no obstante tenemos constancia de otros envíos por fuentes indirectas, aunque también hay que decir que algunas de estas operaciones quedan truncadas por muerte de los animales. Esto le sucedió al mercader Pablos Reynaldos establecido en Las Palmas como agente de la familia Boduin, quién les comunica por carta que había comprado una partida pájaros «los más lindo que tengo visto en mi vida», pero no pudo hacer efectivo el envío por habérseles muerto en un plazo de ocho días25.
A Italia, Genova, son remitidos 24, pero pensamos que tenían como objeto el halagar a alguien, pues son enviados por un mercader italiano a su hermano junto con un barril de media arroba de palillos de limpiar dientes26.
Además de objetos de exportación los pájaros tenían otra función, además de la de cantar, pues servían para zanjar deudas e incluso como objeto de trueque, así un tratante en pájaros cambia 25 docenas de canarios más dos reclamos, con sus jaulas, por una esclava negra27.
No quisiéramos terminar esta pequeña aportación, donde hemos puesto de relieve la exportación de un artículo curioso, para llamar la atención sobre la importancia del comercio en unas islas donde lo que interesaban eran las materias primas. Tras la conquista, explotadas sus tierras, e impuestos los primeros cultivos, llegaron mercaderes y comerciantes, responsables inmediatos de las transacciones mercantiles, quienes engarzaron al archipiélago en la corriente mercantilista europea del siglo XVI. Uno de los productos que puso, en contacto las Canarias con Europa fue el azúcar, seguido a distancia en el siglo XVI por el vino, la orchilla y otros frutos de la tierra. Por tanto, el comercio canario se debió, en gran parte, a su producción, a diferencia de otras regiones, y fueron sus productos los que interesaron a los distintos mercados y a las distintas colonias extranjeras asentadas en las islas. De hecho puede decirse que su producción se orientó más al tráfico mercantil que a suplir las necesidades, suponiendo un estímulo para su economía. Muchos de los productos, objeto de comercio habían interesado a los mercaderes y negociantes desde fechas anteriores a la conquista, habiéndose limitado su exportación a artículos de recolección, entre ellos los pájaros canarios, producto codiciado por la belleza de su canto, tanto en el continente europeo como en el Nuevo Mundo. Los datos aquí reseñados confirman este aserto, y hemos querido ponderarlo con estas líneas para demostrar que el escaso interés que ha motivado el tema entre los historiadores, salvo algunas excepciones28, no se corresponde con la importancia que ha demostrado tener su comercio en la economía y en la vida cotidiana de las islas Canarias.
1 CIORANESCU, A.: Historia de Santa Cruz de Tenerife, I, S/C. de Tenerife, 1977, p. 339.
2 REGULO PÉREZ, i.: El canario, ave macaronesica, Noticias históricas, «II Coloquio de Historia Canario-Americana (1977)», Sevilla, 1979, p. 15.
3 E incluso más, pues en 1570 el pajarero Francisco Bello se comprometía a entregar al genovés Oberto Pelegro 100 docenas de pajaricos de jaula: A(rchivo) H(istórico) P(rovincial) de L(as) Pialmas), Lorenzo Palenzuela, n? 829, f. 310 r. Asimismo en 1609 dos vecinos de Gran Canaria se obligaban a entregar a un marsellés 800 docenas de pájaros en la isla del Hierro: CIORANESCU, A.: Op. cit., p. 463, nota 158.
4 VIERA Y CLAVIJO, L: Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias, Las Palmas, 1982, p. 99.
5 TORRES SANTANA, E.: Notas sobre el comercio de pájaros canarios en el siglo XVII, «Serta Gratvlatoria in honorem Juan Regulo», III, La Laguna, 1988, pp. 885-893.
6 Así en 1545 dos vecinos de Las Palmas se conciertan para ir a Tenerife a coger todos los pájaros que pudieren y traerlos a Gran Canaria, y desde aquí remitir los pájaros a Cádiz: A.H.P.L.P., Gil de Quesada, n? 758, s.f.
7 A.H.P.L.P., Lorenzo Palenzuela, n? 829, f. 310 r.
8 En alguna de estas compañías existe un cazador-productor y un capitalista que pone parte del dinero en la empresa, corriendo gastos y beneficios a medias: TORRES SANTANA, E.: Art. cit., p. 888.
9 VIERA Y CLAVIJO, J.: Op. cit.: p. 35. El citado autor señala como esta gramínea fue llevada a Languedoc, a Toscana, a Malta, y a otros países templados de Europa.
10 A.H.P.L.P. Lorenzo Palenzuela, n? 825, fs. 459 r. y 473 r., Alonso de Balboa, n? 774, f. 157 v.: En este caso un sastre se obliga traer a un vecino una bota de alpiste de España o enviársela, para lo cual ha recibido 40 reales. Al propio tiempo confiesa haber recibido del mismo una caja prestada para pájaros.
11 A.H.P.L.P., Alonso de Balboa, n? 774, f. 126 r.: El pajarero Melchor Hernández se obligaba pagar al mercader Francisco de Mercado 40 reales y 8 maravedís, resto de 2 fanegas y media de alpiste que le vendió.
12 A.H.P.L.P., Alonso de Cisneros, n? 859, f. 46 r. En concreto en una obligación de entrega de 40 docenas se dice que sean machos, cantores, a vista de criadores.
13 VIERA Y CLAVIJO, J.: Op. cit., p. 99.
14 TORRES SANTANA, E.: Art. cit., p. 886.
15 A.H.P.L.P., Antonio Lorenzo, n? 807, f. 168 r. El pajarero se obliga llevar los pájaros a su costa, curarlos y darles de comer y beber en todo el tiempo hasta entregarlos.
16 A.H.P.L.P., Alonso Fernández Saavedra, n? 793, f. 207 v.
17 Por ejemplo por el flete de 2 jaulas de pájaros con destino a Cádiz, más un cuarto y dos talegas de alpiste, una caja de matalotaje y un colchón, se paga de flete 10 ducados: A.H.P.L.P., Lorenzo Palenzuela, n? 832, f.r.
18 A.H.P.L.P., Luis de Balboa, n? 863, f. 385 v.
19 A.H.P.L.P., Alonso Hernández de Córdoba, n? 2.580, f. 409 r.
20 TORRES SANTANA, E.: Art. cit.
21 A.H.P.L.P., Lorenzo Palenzuela, n? 825, f. 473 r. En 1565 son remitidos a Sevilla al mercader Pedro Álvarez de Ariscado 10 docenas de pájaros.
22 CIORANESCU, A.: Op. cit., p. 463, nota 158.
23 Archivo General de Simancas, Registro General del Sello, 5 de junio de 1570 y 20 de julio de 1570.
24 A.H.P.L.P., Luis de Balboa, n? 863, f. 485 v.
25 LOBO CABRERA, M.: Los mercaderes franceses en Canarias en el siglo XVI. Pablos Reynaldos, «VI Coloquio de Historia Canario-Americana (1984)», Las Palmas, 1987, p. 42, T. I.
26 A.H.P.L.P., Alonso Hernández de Córdoba, n? 2.580, f. 409 r.
27 A.H.P.L.P., Diego de Alarcón, n? 757, s.f.
28 REGULO PÉREZ, J.: Art. cit., y TORRES SANTANA, E.: Arí. cit.
13 VIERA Y CLAVIJO, J.: Op. cit., p. 99.
14 TORRES SANTANA, E.: Art. cit., p. 886.
15 A.H.P.L.P., Antonio Lorenzo, n? 807, f. 168 r. El pajarero se obliga llevar los pájaros a su costa, curarlos y darles de comer y beber en todo el tiempo hasta entregarlos.
16 A.H.P.L.P., Alonso Fernández Saavedra, n? 793, f. 207 v.
17 Por ejemplo por el flete de 2 jaulas de pájaros con destino a Cádiz, más un cuarto y dos talegas de alpiste, una caja de matalotaje y un colchón, se paga de flete 10 ducados: A.H.P.L.P., Lorenzo Palenzuela, n? 832, f.r.
18 A.H.P.L.P., Luis de Balboa, n? 863, f. 385 v.
19 A.H.P.L.P., Alonso Hernández de Córdoba, n? 2.580, f. 409 r.
20 TORRES SANTANA, E.: Art. cit.
21 A.H.P.L.P., Lorenzo Palenzuela, n? 825, f. 473 r. En 1565 son remitidos a Sevilla al mercader Pedro Álvarez de Ariscado 10 docenas de pájaros.
22 CIORANESCU, A.: Op. cit., p. 463, nota 158.
23 Archivo General de Simancas, Registro General del Sello, 5 de junio de 1570 y 20 de julio de 1570.
24 A.H.P.L.P., Luis de Balboa, n? 863, f. 485 v.
25 LOBO CABRERA, M.: Los mercaderes franceses en Canarias en el siglo XVI. Pablos Reynaldos, «VI Coloquio de Historia Canario-Americana (1984)», Las Palmas, 1987, p. 42, T. I.
26 A.H.P.L.P., Alonso Hernández de Córdoba, n? 2.580, f. 409 r.
27 A.H.P.L.P., Diego de Alarcón, n? 757, s.f.
28 REGULO PÉREZ, J.: Art. cit., y TORRES SANTANA, E.: Arí. cit.
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